¿Es lo mismo decir “anciano” que “viejo”? ¿Qué posibilidades reales tienen los “adultos mayores”- hombres y mujeres- para continuar mejorando cada día su calidad de vida?...
¿Es lo mismo hablar de “geriatría” que de “ gerontología”?
¿Qué “espacio” tiene el “ anciano” de hoy en la sociedad?
¿Cuáles son las necesidades que tiene esta etapa evolutiva en la actualidad?
La búsqueda de algunas respuestas a estos interrogantes nos interna en un camino de investigaciones que sabemos promisorio y nunca acabado.
Dando los primeros pasos en esta senda, nos encontramos con algunas definiciones que servirán como puntos de partida para nuestro análisis.
¿Qué entendemos por Adulto Mayor?
La OMS define la “salud” como “ bienestar bio-psico-social”, es decir que una persona es considerada sana si los aspectos orgánicos, psicológicos y sociales se encuentran integrados .De esta manera, las personas con un organismo en condiciones, logran llevar una vida plena, psicológicamente equilibrada y manteniendo relaciones socialmente aceptables con otros y básicamente consigo mismo .
Sabemos que de la salud se ocupa la medicina.
La geriatría es aquella rama de la medicina que se interesa por dar respuestas científicas a las necesidades médicas de las personas de edad, por ejemplo: los problemas neurológicos o cardíacos en los ancianos.
En cambio, la “gerontología” se ocupa de estudiar la relación entre lo orgánico,lo psicológico y lo social desde una mirada interdisciplinaria y comprendiendo al envejecimiento como un proceso evolutivo normal, esperable e influenciado por el contexto sociocultural en el que se desenvuelve el adulto mayor, por ejemplo: estudia las necesidades emocionales y sociales de los hombres y mujeres de la llamada tercera edad o cómo responde el adulto mayor a las presiones del entorno social.
Nos hacemos eco de las palabras del gerontólogo español, Dr.Fernando Jimenez Herrero cuando dice que “esta cuestión de ignorar y de quitar importancia a la cuestión del envejecimiento es consecuencia del mantenimiento de tabúes vinculados a prejuicios y al sostenimiento de mitos negativos sobre la vejez, que no responden a la realidad de la misma, al menos actualmente”
Creemos que a los inicios del siglo XXI y dados todos los medios para que así sea es necesario crear una imagen positiva de la ancianidad , trabajar para alcanzar una mejor calidad de vida, mejorar la convivencia intergeneracional revalorizando los saberes y experiencias de los mayores en consonancia con las fuerzas y las ideas renovadoras de los más jóvenes.
La necesidad del trabajo con Adultos Mayores
Las Naciones Unidas considera “anciano” a toda persona mayor de 65 años para los países desarrollados y de 60 para los países en desarrollo Dados los avances científicos se prevé para el año 2025 una población mayor a los 1000 millones de personas mayores de 60 años frente a una menos numerosa población juvenil en los países desarrollados.
Esto requiere en el presente, comprender la necesidad de planificar programas de acción para esta población , que favorezcan su continuo desarrollo, la posibilidad de generar nuevos saberes, la creación de caminos alternativos de superación y de mejora de la calidad de vida.
El trabajo con adultos mayores se presenta como respuesta a una necesidad y como un desafío al futuro. “Estaría inscripto dentro del rubro de los Derechos Humanos en el sentido más amplio de su concepción, esto es el derecho de los viejos a formar parte de la sociedad, a ser considerados, a ser queridos a ser escuchados” (Salvarezza: “La Vejez”).
Una experiencia de trabajo con Adultos Mayores
Cuando un grupo de personas se encuentran para desarrollar una tarea decimos que tiene un objetivo en común.
La misma es convocante y todos los integrantes del mismo pasan a formar parte de una estructura , invisible a los ojos, pero que sostiene al grupo con cierta funcionalidad a través de un interjuego de mecanismos y de asunción roles .
El grupo se convierte así en un espacio que supera la suma de individualidades y donde las historias personales se re-significan y encuentran nuevas interpretaciones.
Existen diferentes tipos de grupos de acuerdo a los fines buscados: grupos de trabajo, de estudio, terapéuticos, de reflexión, otros. Podríamos decir que pocas veces esta clasificación es tan rígida adquiriendo el trabajo grupal varias características compartidas de uno u otro, por ejemplo: los grupos de reflexión pueden resultar terapéuticos no siendo este el motivo convocante.
De ..”.Viejo son los trapos” a... “Se hace camino al andar”
El imaginario social relaciona “vejez” con decrepitud, inhabilidad, improductividad, incapacidad de aprender nuevos conocimiento.
Se asocia al adulto mayor con una etapa productiva terminada , con historias de vida para ser “contadas” como anécdotas, leyendas, o conocimientos poco actualizados y por lo tanto desvalorizados.
El trabajo grupal que venimos desarrollando en Re- encontrándo-nos crea una nueva alternativa brindando un espacio cualitativamente diferente a otros grupos. Son encuentros culturales focalizados en el trabajo de : pensar y pensarse, poniendo en duda y desarticulando ideas , descifrando textos, cuestionando prejuicios, argumentando soluciones ,creando historias ,generando nuevos interrogantes y acercando respuestas.
Consideramos el “aprendizaje” como un proceso siempre activo que se realiza a lo largo de la vida. En este proceso se promueve la actualización de los conocimientos ya alcanzados, convalidándolos, asociándolos, comparándolos, reflexionando sobre sus propias creencias y explicarlos frente a los otros .
De esta manera liberamos al adulto mayor de esa imagen iatrogénica de “incapacidad”, de “soledad”y “minusvalía” ,contribuyendo a consolidar su rol social, a redescubrir sus capacidades y habilidades enriqueciendo su autoestima al ser protagonista activo dentro del grupo.
En Re-encontrándo-nos trabajamos con la oralidad en sus cuatro manifestaciones: hablar, escuchar, escribir y leer , poniendo en funcionamiento las “competencias lingüísticas” de los mayores, promoviendo situaciones de intercambio de ideas a partir de: cuentos, dramatizaciones, debates, situaciones lúdicas y especialmente por el mantenimiento de un diario de ruta. En el mismo se favorece el registro de las actividades del grupo y trabajos escritos individuales para luego socializarlos mediante la puesta en común. La intención de este diario es actuar de incentivo para el desarrollo de la creatividad, la actualización de los recuerdos, la resignificación de las experiencias e historias individuales, la reorganización de las ideas por escrito y especialmente para reflexionar sobre los pasos andados e” invitar” a transitar nuevos caminos .
Todo espacio de encuentro es una invitación a participar, a ser protagonista., a SER con otros.. intentando crear nuevas historias y mejorando- en parte –la propia calidad de vida.
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