¡Felicitaciones! Ya has decidido cuál va a ser el próximo movimiento de tu carrera profesional. Ahora, lo que debes hacer es planificar una estrategia para hacer que ese movimiento sea exitoso.
Las cuatro estrategias siguientes pueden ayudarte a desarrollar un plan de acción efectivo.
* Presenta un objetivo en términos muy específicos.
* A partir de tu objetivo, muévete hacia atrás y plantea los pasos previos para alcanzarlo.
* Confronta tus temores y tus expectativas.
* Traslada tu plan a una hoja de papel y ponlo en marcha.
Tu meta/objetivo
Planificar un movimiento profesional es algo parecido a trazar el camino en un mapa antes de salir a la ruta. Es decir, si no sabes a dónde vas, no puedes decidir cómo llegar.
Metas como “volver a la escuela”, “encontrar un empleo” o “hacer un cambio profesional” son muy generales; muy amplias. Por lo tanto, convierte estas metas en afirmaciones específicas, del estilo “empezar un curso de nociones contables la próxima temporada” o “buscar trabajo en el campo de las ventas de ganado, durante los próximos dos meses”. Tu meta debe especificar exactamente lo que deseas hacer y cuándo.
Planifica los pasos previos
Una de las mejores maneras de avanzar es planificar hacia atrás. Comienza por preguntarte si puedes alcanzar tu objetivo hoy. Si no puedes hacerlo, pregúntate por qué. ¿Qué debo hacer primero? ¿Hay algo que dabas hacer incluso antes de eso? Continúa pensando hacia atrás hasta que llegues a las tareas que puedes realizar hoy.
Por ejemplo, si tu objetivo es hacer una maestría en administración de negocios, de dos años de duración, ¿podrías empezar hoy? No, primero necesitas que te acepten en el programa. ¿Podrías ser aceptado hoy? No, debes inscribirte primero. ¿Podrías inscribirte hoy? No, todavía debes decidir en qué instituto terciario o universidad inscribirte. ¿Puedes decidirlo hoy? No, primero debes hacer algunas averiguaciones... y así sucesivamente.
Pero no te preocupes si tu lista de pasos previos es demasiado larga. Por ejemplo, para concurrir a una maestría en administración de negocios, puede que tengas que hacer algo más que sólo inscribirte. Es decir, tal vez, antes de comenzar, tengas que buscar financiación, encontrar un alojamiento para estudiantes o mejorar tus capacidades de estudio.
Enfrenta todas las tareas necesarias de la misma manera: pregúntate si las puedes llevar a cabo hoy y, si no es posible, pregúntate qué tienes que hacer primero.
Confronta tus temores y tus expectativas
Mira con atención la lista de cosas que tendrás que hacer para alcanzar tu meta. ¿Crees que puedes hacerlo? Si tienes dudas, tómate un tiempo para pensar en ellas.
¿Son realistas tus expectativas? ¿Has tenido éxito o has fracasado, anteriormente, en tareas similares? ¿Qué puedes hacer para mejorar tus probabilidades de éxito?
Por ejemplo, si sabes de antemano que existe una gran posibilidad de que no sigas lo que has planeado, ¿te has preguntado por qué? ¿Eres de los que acostumbran a escapar de los desafíos? Si es así, ¿qué puedes hacer para asegurar tu tenacidad hasta alcanzar la meta? ¿Le temes al fracaso? Si es así, trabaja para mejorar las habilidades que necesitas para evitarlo. O prueba el terreno asistiendo a un curso nocturno o a distancia, antes de inscribirte en la maestría.
En ese sentido, si tienes problemas para identificar tus temores o para planificar la forma de enfrentarlos, habla con tu círculo de confianza. Deja que te aconsejen, pero recuerda que la última palabra es tuya.
Traslada tu plan a una hoja de papel y ponlo en marcha
A esta altura, es probable que tengas más de una lista de cosas para hacer y, de ser necesario, algunos planes para evitar o enfrentar potenciales problemas. Ahora necesitas ponerlos todos juntos y armar un plan único. Ordena las tareas en el orden que deberás completarlas y establece fechas límite para el cumplimiento de las más importantes.
Los planificadores de carreras exitosos mantienen siempre su camino, a través de una variedad de métodos. Por ejemplo:
* Marcan las tareas en un calendario mensual (por ejemplo, anotan las fechas importantes tales como últimas jornadas de inscripción.)
* Confeccionan una lista semanal o diaria de las “cosas por hacer” y tachan las actividades que ya fueron completadas.
* Crean organigramas y horarios utilizando la computadora.
* Utilizan un libro de reuniones comerciales o un anotador con una página nueva para cada día o semana.
Usa los métodos que te resulten más cómodos. Crea tus propios métodos. Si lo crees necesario, pídele a un amigo que controle ocasionalmente tu progreso (sueles hacer las cosas si sabes que alguien te las pedirá). Existe una técnica aún mejor: organiza una serie de premiaciones para cuando completes las tareas principales. Sí, los premios son para ti. No es necesario que sean regalos costosos; sólo algo que desees. Una recompensa puede ser ten simple como concederte un tiempo para realizar una actividad que realmente disfrutas. Por supuesto, un tiempo dedicado al placer y, fundamentalmente, libre de culpas.
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