Los días en los que las personas permanecían toda la vida en un mismo puesto de trabajo se han ido. En el mundo laboral actual, siempre cambiante, es más realista pensar en tu carrera profesional como un continuo “trabajo en progreso”.
Claro está, que tus prioridades cambian a lo largo de la vida. Piensa un segundo en lo que era importante para ti años atrás. ¿De qué manera cambiaron esas prioridades? ¿En qué manera piensas que podrían cambiar en el futuro? Por ejemplo, el casarte podría dejar de ser una prioridad si decidieras que tener hijos es más importante.
Asimismo, el mundo laboral cambia continuamente. Los avances tecnológicos veloces, los cambios económicos y la tendencia hacia una economía basada en los servicios continuarán eliminando algunas profesiones y carreras, y creando otras nuevas.
En estos días, sería muy difícil encontrar un tipo de trabajo que se mantuviera inmutable y que continuara satisfaciendo tus prioridades hasta el día de tu retiro. Así que no te presiones para encontrar ese puesto.
Introducción a la planificación
La planificación de tu carrera es el proceso, de por vida, de corresponder tus necesidades y prioridades, actuales y previsibles, con las opciones disponibles, y reevaluar tus planes en caso de ser necesario. No obstante, esto no significa que debas comenzar una y otra vez cada unos pocos años. Cada camino que tomes se basará en tu ruta anterior.
Cualquiera sea el tipo de trabajo que decidas hacer, probablemente desarrolles y refines un número de habilidades transferibles, como así también habilidades particulares necesarias para ése tipo de trabajo. Cuando llegue el momento de moverte hacia otro tipo de trabajo, busca opciones que te permitan aplicar tus capacidades y desarrollar otras nuevas.
Por otra parte, los hobbies y las actividades recreativas podrían llevarte a un trabajo afín. Las habilidades desarrolladas dentro y fuera del empleo asalariado pueden ser la base de un emprendimiento propio. Por ejemplo, tu experiencia como ama de casa desarrolla cualidades (capacidad de organización) que podrías utilizar en un empleo rentado después.
Crea el hábito de percibir los cambios sociales, económicos y tecnológicos que pudieran influenciar tu trabajo en el futuro. Para ello, mantente en contacto con tus sentimientos sobre el trabajo. Si te estás aburriendo, o si presientes que el trabajo que realizas no será necesario en el futuro, planifica un cambio antes te veas obligado a hacerlo. No te permitas llegar a un callejón sin salida.
Utiliza los siguientes pasos de planificación para tomar cada decisión profesional en el momento que las encuentres. Los mismos pasos básicos funcionan para decisiones relacionadas con todo tipo de carreras y etapas profesionales, tanto si te encuentras eligiendo un nuevo camino profesional, buscando trabajo, volviendo al estudio, o planeando el retiro.
Etapa 1: Autoevaluación
Decide qué quieres de tu próximo movimiento profesional identificando tus necesidades, intereses, valores, capacidades y aptitudes relevantes.
* Si estás eligiendo una nueva dirección para tu carrera, ¿qué condiciones quieres que satisfaga tu decisión? Por ejemplo, ingreso deseado, áreas de interés, nivel de educación, sitio de residencia, estilo de vida, etc.
• Si estás buscando trabajo, ¿qué cualidades tienes y cuáles quieres desarrollar? ¿Quieres trabajar en una locación determinada, campo salarial, o estilo de vida particular?
* Si estás volviendo al colegio, ¿cuáles son tus preferencias programáticas? Por ejemplo, programa de tiempo completo, programa de medio tiempo, educación a distancia, etc. ¿Cuáles son tus límites en cuanto a la duración del programa, ubicación y costos?
Etapa 2: Investigación
Identifica tus opciones y recaba información sobre ellas. ¿Qué opciones tienes? ¿Qué alternativas involucran a cada una?
* Si estás decidiendo la dirección de tu carrera, recauda información sobre todos los tipos de trabajo que te interesan, y luego platica con gente relacionada a esas líneas laborales. ¿Puedes obtener experiencia directa a través del voluntariado o la observación? Busca las posibilidades relacionadas mientras que exploras las que ya has identificado.
* Si estás buscando trabajo, elige una cantidad de ofertas potables y selecciona cuáles perseguir seriamente. Investigar cuidadosamente unas pocas oportunidades es, generalmente, más fructífero que postularse a todas.
• Si estás volviendo al colegio, habla con personas que realizan el tipo de trabajo que te interesa. Pregúntales cómo adquirieron las condiciones y el conocimiento necesarios y qué opciones de capacitación son las más respetadas por los empleadores.
Etapa 3: Toma de decisiones
Evalúa tus opciones y decide cuáles te convienen en esta etapa de tu vida. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de cada alternativa?
Etapa 4: Planificación de las acciones
Desarrolla un plan de acción. ¿Qué debes hacer para que tu decisión se convierta en realidad? ¿Qué podría evitar que lo consigas? ¿Cómo sortearás los problemas que anticipas?
Finalmente, planifica, paso a paso, cómo harás realidad los objetivos que has elegido.
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